diciembre 20, 2006

Denuedo



Denuedo

Por Iyari Feria

19 de diciembre, 2006.

Todo lo que escribe mi mente me desagrada. Quisiera recuperar aquella destreza que poseía cuando otrora, mis dedos se movían con ímpetu... plasmando con alucinante facilidad lo que el corazón susurraba.

Extraño los días en que podía mirarte a los ojos y tener la certeza de que todo marchaba bien. Que tú estabas bien.. y que con ello, yo también.


Después medito y rememoro esas noches de angustia, en que el eco de mi rabia albergaba el deseo de morir. Yo y mi esencia oscura, manteniéndome encerrada entre cuatro paredes blancas. Yo y la melancolía roja de mis venas sobre la piel... Yo y la desesperación hecha sal en mis mejillas.

-Pienso que tuve mejores momentos. –Me digo en silencio, mientras ahogo un suspiro dolido y luego una trémula paz me invade.


A veces sucede que cuando intentas animarte a ti mismo, sólo consigues evocar malas vivencias.. ¿te ha sucedido?

A mi me pasa todo el tiempo. Como consecuencia he llegado a creer que me gusta sufrir y mantenerme en un letargo de ansiedad.

También me gusta decir que no me importa cuando no es así... En ocasiones llego al grado de creerme mi propio engaño y desfallecer al impactar con la realidad.

Giro mi cuerpo sobre la cama y me topo con tus ojos observándome en la penumbra.

Desvío la mirada.

En mi niñez no me gustaba que me prestaran demasiada atención... Mi presente no varía mucho cuando digo que si me contemplan con minuciosidad me incomodo.


¿Entenderías de buena manera si te dijera que ya no deseo verte más?

Mi cuerpo se ha cansado de fingir. Me he agotado de pensar que sin mentiras no valgo...y a su vez, ya no tolero la idea de que me rodee gente que no me simpatiza pero que sin embargo, me esfuerzo en agradarles (Patético).
Como solución a ese minúsculo dilema he optado por la soledad.
Mantengo en mi mente que el ser humano debería aprender disfrutar de su propia compañía.
Es agradable detener a escucharse de cuando en cuando. No obstante, cuando pronuncio estos sentimientos en voz alta, me suelen ver con mala cara... y llego a creerme que de verdad soy paradójico.

No creo en la felicidad como un estado permanente del alma, ni mucho menos...
La verdad es que soy consiente de que sin unas cuantas lágrimas indispensables a la semana no puedo vivir...
Mi ser amado, ojalá desaparecieras y sintieras el dolor que me causas en propias carnes.


Puedo sentir tus brazos rodeándome el hombro y la cintura, y como una tristeza se hace de mi ser.
Tus labios encuentran mi cuello y se entretienen en él mientras una espesa lágrima surca mi rostro y resbala hasta la barbilla.

Suelo preguntarme a menudo el porqué terminé en tal situación.


Extraño mucho a esa persona.. Y entiendo que buscarle en otros cuerpos no resulta.

Soy un cobarde.

Me siento tan enfermo...

FIN

¿Fin?..


diciembre 04, 2006

Ávida de ti


Ávida de ti

Iyari Feria.-
4 de Diciembre, 2006

¿Por qué me juras
lo que no puedes?
¿Por qué me aseguras
lo que no debes?

Hay que aceptarlo..
aún eres mi aire
¿acaso soy tu sol?

Y es que por mis venas
corría la urgencia maldita
de sentirte cerca..
y entre lo nublado.. no te supe hallar
Y entre nuestro llanto,
te volví a fallar

Y tú evocaste las estrellas
cuando me supiste demasiado lejos, imposible de alcanzar..

¿Qué es la culpa,
si no una sucia treta?

Cuando dejé hundir la piel en el deseo
Y nada importaba en ese sentir vago
No quedó lógica dentro del devaneo
...y había avivado al líbido el halago

Y de un efímero momento de placer falso
me ha quedado luego la desdicha
Ya no somos hombre ni mujer..
Sólo tristes moribundos que deliran.