agosto 21, 2012

Monólogo

Iyari Feria
21 de agosto, 2012.


Ahora más que nunca entiendo lo que dices: "No quiero sufrir más".
Pero es que pareciera que uno haga o no haga, es inevitable. Si importa, duele, si se le resta la importancia, también duele. Y que si esto suena como una queja de una pre-adolescente me importa una mierda.
Me dijeron hoy que ya estaba "grande" para tener esas confusiones existenciales de pubertad.. y yo digo...¡coño! ¿quién putas no las tiene de vez en cuando? ¿se han detenido a mirarse a un espejo? ¿acaso te fijas tú en lo que eres? Seguro que no, porque es más importarte sacarte la leche. Y como tú: tantos, todos.. como si señalar aminorara la mierda propia que es uno.

No es que no caiga en cuenta de lo que hago o no hago, es que me encierro en el cuarto y no quiero salir, ni ver, ni oir, ni oler, ni sentir ni avanzar, ni retroceder; sin embargo apenas pongo un pie fuera y el sol me toca me siento libre, y si no me toman del brazo saldría corriendo quién sabe a dónde.
Una vez me hablaron de ella, alguien como yo. Y aunque entendí su actitud, aunque vi su agujero profundo, aunque tuve una empatía enorme, pensé que la situación era ridícula... que ella era ridícula. Y ahora la vida se me mofa irónica en el rostro, cerquitita, riéndose y mostrándome esos largos dientes amarillos y hasta siento su aliento. Desespero.

Sí, son confusiones y cuentos existenciales de pubertad. Creo que fui precoz para todo menos para eso y ¡bonito momento para que surgieran!, o quizá siempre están, quizá no avanzan nunca, quizá no quiero hacerlo.
La imposibilidad que me enfundo me enfada. Que me miren me enfada. Y todo es mi puta culpa, si al menos me pusieran la pistola en la sien... Y entre tantos nudos ya ni logro distinguir donde está cada extremo de la soga.
Tanta contradicción. Y los pensamientos vuelven, e insisten, insisten, insisten, insisten, insisten, insisten, insisten, insisten, insisten, insisten, insisten... 

¡No lo digan!

...Hoy me hablaste de unas pastillas que se entierran y hacen crecer el maíz, ¿recuerdas?. Dijiste que si se ingerían, el estómago explotaba, ¿recuerdas?
Me hablaste del árbol de mandarinas. Horas después ella me hablaría del mismo árbol. Y aquí, en esta tierra donde ahora hace calor y llueve, las mandarinas nacen en noviembre... hasta noviembre, dios mio. Tres meses parecen tan lejanos, tres semanas parecen una eternidad.

María llora.  No habrás podido sacar la leche.
Y no me da gusto, lo juro.

junio 06, 2012

Domingo astromántico



Domingo Astromantico

Iyari Feria.-
29 de mayo, 2012.

La última vez que te dediqué una canción, no la escuchaste por ti mismo. Fue entonces que me vi en la necesidad de pedírtelo, y al preguntar tu opinión, con fastidio suspiraste que dramatizaba demasiado: mi corazón se sintió minimizado, y algo dentro reventó.
Ese fue uno de tus últimos desdenes, antes de que yo misma me volviese desdén para ti.
Años después, con todo el cúmulo de venturas y desventuras -que por desidia no relataré- y en medio de tu soledad, aún sé bien que no lamentas dicho episodio, tan intrascendente, que pasó al olvido.
No obstante, el que cerrara puerta y ventanas de mi vida para ti, es algo que aún lamentas, o por lo menos eso me gusta pensar, aún sabiendo que siempre fui el recipiente momentáneo del sentimiento que sigues buscando con tanto ahínco, y que deseo no encuentres. Ya ves... she was the flavor of the week.

febrero 23, 2012

Nombres propios.



Eres aquel ser humano que en acciones cotidianas, no sueles venir a mi mente, no apareces en mi como algo extraordinario, y sin embargo, cuando algo magnífico o terrible sucede, eres lo primero en ser evocado por mi mente. Eres a quien quiero contarle todo, absolutamente todo, aunque la mayoría de las veces no lo haga, aunque la mayoría de las veces calle, o te ignore, o te rehuya, o me esconda porque me asusta tu rechazo, y la idea de ser ignorada por ti, nuevamente, me lastime, me haga callar aún más.

¿Ese sentimiento tiene nombre? ¿esto tiene nombre?

...Acaso tú, ¿tienes nombre?


Iyari Feria (23 de febrero, 2012)