noviembre 20, 2009

Preguntar

Preguntar

Iyari Feria
20 de noviembre, 2009

Las preguntas existen por curiosidad, por necesidad, por mil razones: todas válidas y sólo una es inteligente. Una docena nos muestra una realidad agradable. Un centenar la despreciable. Las sobrantes, en ocasiones, sólo nos confirman suposiciones.
Preguntar, tiene matices de diversión y exasperación, de placer y dolor. Y pese a todo, la respuesta a la pregunta sólo tiene dos variables: la cierta y la falsa.

Es por eso que preguntar es excitante y responder, sólo es.

Mi alma se encarna de preguntas; por eso mi cuerpo vive. La excitación me motiva, la curiosidad me mueve, y sin embargo, mi ansia de respuestas me drena la existencia. Quizá por esa relación enferma, disfruto con el dolor. No soy masoquista, estoy viva.

...Jodidamente viva.

2 comentarios:

Perhaps dijo...

sencilla y preciosa.
No, miento.
Sincera y complicada

Suel_Sesshoumaru dijo...

Yo simplemente digo que por mas que digamos o nos hagamos los fuertes al decir que aceptamos las cosas como nos van viniendo, siempre nos rehusamos a aceptar el lado que no queremos que caiga de la moneda. Y sea que dicho lado despreciable caiga o no, casi siempre nos aventuramos a preguntar, y luego de la pregunta viene el desespero y la mente se cierra solo a la opcion del lado bueno de la moneda. Pero lamenteablemente una vida en que solo el lado bueno de la moneda existe ni en sueños esta.....