2 de septiembre, 2010
Iyari Feria
Hoy vi un gallo en medio de la calle, destripado, con el cuello roto, y las plumas mugrientas.
Ni bien huyó de la cazuela, un auto hizo lo suyo. Es casi lo mismo que pasa con el ser humano...
Casi, excepto por las plumas.
1 comentario:
no mires
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